lunes, 8 de septiembre de 2014

¡No entiendo como tú pretendes ser feliz con un idiota que te trata como a una cualquiera!

Si te suena a titulo de canción, es porque a lo mejor es el fragmento de una; pero si en cambio te sonó a historia conocida es porque tú al igual que yo hemos pasado por la típica historia de querer estar con alguien, ese alguien con otra persona y obvio esta última persona involucrada desea a alguien más. Mientras que tú consuelas su dolor, aguantas el tuyo y muerdes los labios para no evidenciar lo que ella en realidad ya sabe, y no necesariamente por tus palabras, si no por tus actos y ojos que te denuncian.

Así pues, ahí estaba yo,  9:15 pm a la puerta de la casa de Lorena, aquel olor a rosas y huele de noche de su jardín preparaban el escenario perfecto para su aparición por aquella puerta de madera y con el inolvidable grito de su mama al sonar el timbre: ¡te buscan Lorena!

Pensaba que con cada encuentro me acercaba a poder declarar mi intención de establecer una relación formal, más allá de una amistad, lo que en términos comunes llamamos noviazgo.  En cada encuentro tomaba argumentos para avanzar de manera precautoria y medida, ya que Lorena venia saliendo de una relación que había terminado algún tiempo atrás, ¿y quien no?, además Lorena juraba en anteriores salidas que la historia con el ex estaba terminada y cerrada.

Al subir al auto Lorena era diferente, algo en su aspecto, algo en el entorno, tal vez su silencio; denotaban algo por resolver, sin embargo no pregunte y asumí que de querer compartir algo, simplemente lo haría.

Siendo casi las 10 pm ahí estábamos este par de almas compartiendo el vino y la cena, yo la miraba y podía perderme en sus ojos, pero ella estaba ajena, distraída y hasta angustiada, por lo que con precaución pregunte:

¿Lorena te pasa algo?

Lorena contesto con lo típico de muchas mujeres, al no estar segura de compartir una situación:

 Nada, solo que fue un día pesado.

Interpretando su lenguaje corporal y  su tono de voz solo dije:

Ya dime, tú sabes que puedes contar conmigo

Lorena:

Ok, la verdad es que me busco mi ex, me pidió que volviéramos, sinceramente estoy muy confundida y la cabeza no me deja de dar vueltas con la situación, porque él ha sido el amor de mi vida, un hombre del que me enamore perdidamente.

Como balde de agua fría cayo tal noticia, mientas se desvanecía de apoco la imagen del futuro a su lado, por lo que no resistí decir:

Tu ex ¿aquel que te engaño con tu amiga?

Lorena:

Si el, pero me dice que esta arrepentido y que le dolió perderme, y la verdad no sé que hacer, no sé que hacer, ayúdame.  Además me siento mal contigo porque salimos y aunque somos solo amigos es complicado decirte esto.




Nótese con que entusiasmo y en un par de frases pase a la zona AMIGOS, esa zona odiada por la mayoría de los hombres, explorada y muy confusa, llámese así a la zona que te permite estar cerca de lo que quieres,  y al mismo tiempo alejado, en esa zona te enteras de todo aquello que no quieres saber: los besos, los detalles, los mensajes, lo bueno y malo que puede ser tu competencia y donde si das un paso hacia afuera, ósea si te avientas a la conquista, pierdes la amistad y la mujer que quieres, sin embargo hay maestros del engaño que ocupan esta zona para sacar ventaja, acercarse de más y caer después en franca picada, consiguiendo muchas veces el favor de aquella llamada amiga (si eres mujer te aconsejo veas bien a tus amigos hombres, muchos tienen este modo operante).

En fin, ahí estaba yo ante un dilema, decir lo que buscaba o bien enrolarme en una amistad, y bueno decidí mal.

Decidí ser su amigo, tal vez por sentirme en desventaja, por baja autoestima o por miedo al rechazo, y desde esa zona escuche cada una de sus victorias, de sus quejas y del dolor de la relación que tenia, porque como era obvio esa relación no funcionaba, el la busco cuando supo que salía conmigo, se aferro a no perder aquello que tenia, porque a veces el ser humano es egocéntrico y decidimos quedarnos hasta con las cosas que realmente no queremos, con tal que no sean para otro. Y lo peor me quede fingiendo amistad intentando ser otra cosa, desde ahí aprendí que la honestidad es lo más importante en una relación llámese amistad o relación de pareja, y que una clara intención nos acerca más al éxito que al fracaso.

Escribo hoy esto, porque por situaciones de vida, amigas verdaderas están dejando ir buenas posibilidades de vida, esperando o amando a personas equivocadas, teniendo muy cerca a hombres honestos que están dispuestos a amarles y cuidarles, tal vez no han descifrado su intención, o tal vez la sepan y no quieran asumirlas.

Y a ti que me lees hoy decirte es mejor ser un extraño que parte en paz a un mentiroso que finge amistad.

Por ultimo, les dejo un tip a mis amigas:

“Un hombre enamorado ante la adversidad encontrará soluciones creativas que resuelvan su problema; ideara planes, metas y hasta trampas para encontrar la forma de compartir contigo el sueño que ha construido en la imaginación; invertirá saliva, tiempo, esfuerzo, paciencia y alejara todo aquello que obstaculice su meta (personas, situaciones, etc) y aunque frustrado a veces por no avanzar retomara su decisión con entusiasmo, motivado por el mañana que podrían compartir juntos.”  V.M.S.M.


Así es que solo escuchen el plan y dense el tiempo para pensarlo, si encuentran a una persona que no este dispuesta a ofrecer ni la mitad de lo que escribí, mejor aléjate, que el amor no tiene tiempo, escusas, caretas. Valoren por encima de toda la realidad, y no la fantasía.

1 comentario:

  1. Gracias Vic por este escrito y así es, cuando algo no tiene sentido lo mejor es dar vuelta a la página y vivir el presente...siempre vendrá algo mejor!

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