sábado, 1 de febrero de 2014

La princesa y el plebeyo.



Érase una bella princesa que estaba buscando esposo, su padre que un rey muy poderoso ofreció la mano de su hija a cambio de un sacrificio. El sacrificio constaba de estar 100 días sentado bajo la ventana de la alcoba de la bella dama, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropa que lo que llevaran puesto en ese momento. 
Entre los candidatos, se encontraban 2 príncipes de reinos lejanos y un joven plebeyo, que no tenía más riquezas que su amor y perseverancia. 
Cuando le llegó el momento de presentarse ante la princesa el plebeyo le dijo: "Princesa, te he amado siempre,  como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor
La princesa, conmovida por tal gesto de amor, aceptó complacida.
"Tendrás tu oportunidad como todos, si pasas la prueba, me desposarás."
Y así se hizo.

 
Los pretendientes estuvieron sentados, soportando los vientos, la nieve y las noches heladas. Con la vista fija en el balcón de su amada, pero como todo en la vida, al cabo de los 50 días, el primer príncipe desistió de tal proeza retirándose con vergüenza, a los 80 días el segundo príncipe desistió por enfermedad, mientras que  el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento.
De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y sonrisa, aprobaba la faena. Todo iba a las mil maravillas.

Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos.
Al llegar el día 99, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca.

Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando quedaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la infanta, el joven se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar.

El rey perplejo con tal actitud le alcanzo y pregunto a quemarropa, ¿qué fue lo que te ocurrió? Estabas a un paso de lograr la meta, podrías haberte convertido en rey. ¿Por qué perdiste esa oportunidad?, ¿por qué te retiraste? "
Él contestó en voz baja: 

LA PRINCESA NO ME AHORRÓ NI UN DIA DE SUFRIMIENTO, NI SIQUIERA UNA HORA, ELLA NO MERECIA MI AMOR...

Reflexión: 



Creemos ser dignos de toda clase de sacrificios, ponemos a prueba a los que dicen amarnos, a veces hasta los lastimamos para asegurar que sus hechos son producto de la verdad, y no alcanzamos a entender que el amor requiere entrega individual, con confianza, pasión, comunicación y compartir. Donde lo único que dominamos es nuestra propia actitud y donde dos personas tienen el mismo valor y responsabilidad.

No esperes a que te amen, para amar; no esperes entregarte hasta medir al otro, no cambies tu esencia por entrar en el paradigma de otro, pelea por mantener tus ideales y valores, pero asume tu rol y responsabilidad, si fracasas que sea con la satisfacción de que no te guardaste nada, tal vez pensaras lo hecho y vacío me quede, pero en realidad el mundo pertenece a aquel que sabe amar, vacío el que tuvo la oportunidad y la dejo ir.

El amor es vida, y la vida no tiene tiempo, solo es una constante que esta para sentirse en plenitud, el miedo solo es un obstáculo y una imagen falsa del ego, la libertad es la decisión de amar en responsabilidad empezando por uno mismo, UN PRESO PUEDE SER MÁS LIBRE, QUE MUCHOS MILLONARIOS, no tiene que ver con viajar, o vivir en pobreza o riqueza, con estar o no, es algo más que va más allá.

Valora tus momentos y la gente a tu alrededor, no dejes aquellos que te aman, por aquellos que te gustan, por que el día de mañana ellos harán lo mismo. 

Se justo y digno en tus actos, habla menos actua más; habla menos, escucha más, fortalece tus palabras con acciones y agradece lo que recibes, la vida es creada gracias a al proceso de dar y recibir.

"Amar es la oportunidad que nos dio Dios para entender lo hermoso que es estar vivo, no te piedas de la misma"


YO VIVO enamorado y tú ¿te estas dando ese chance?.

VMSM